martes, 20 de julio de 2010

Música balcánica: la sevdah y la sevdalinka

Mirsad Zulic (Kozarac, Bosnia noroccidental, 1952),
célebre intérprete de saz y cantante de sevdalinke.


Presentamos a continuación un artículo y una entrevista en los que se explica qué es la sevdah, un género de música tradicional de Bosnia-Herzegovina extendido a otros países de la antigua Yugoslavia, y en qué consisten las sevdalinke, esas canciones melancólicas e íntimas del mundo urbano en aquella región balcánica. La terrible guerra de Bosnia (1992-1995) y el éxodo que ésta produjo han dado como resultado, precisamente, la adaptación de esas canciones por parte de algunos músicos contemporáneos mediante arreglos más o menos atrevidos, que han servido para internacionalizarlas.

Se ha tendido a comparar la sevdah tradicional con el fado portugués –aunque la difusión de este género se produjo en el siglo XIX, pero su espíritu, sin duda, es muy anterior–, y razones no faltarían para que existiera una correspondencia sentimental entre ambos géneros, habida cuenta de las influencias sefardíes en la sevdah, motivadas por la presencia de judíos procedentes de toda la península Ibérica en Bosnia después de que fueran expulsados por Isabel I de Castilla, “la Católica”, en 1492, a instanscias del primer Inquisidor General, Tomás de Torquemada, y por la Corona portuguesa en 1497. Muchos de estos judíos desterrados se establecieron en los Balcanes, y Sarajevo –ciudad conocida durante siglos por los sefardíes como el “Yerusalayim chico”– fue uno de sus principales centros: la capital de Bosnia-Herzegovina conserva, precisamente, uno de los tesoros de la comunidad sefardí: la preciosa
Hagadá miniada, probablemente realizada en Barcelona en el siglo XIV, que se guarda actualmente en una cámara blindada del Museo Nacional de la capital de Bosnia-Herzegovina.


Al final de cada uno de los textos, el lector encontrará enlaces a YouTube que le permitirán escuchar interpretaciones diversas, desde las más clásicas hasta las que se están divulgando actualmente por todo el planeta, como un producto más de la globalización.

Albert Lázaro-Tinaut


Intérpretes de sevdalinke en la década de 1960.
(Foto ©londonsevdah.com)



Un sentimiento bosnio


Por Dario Terzić

Mostar, 31 de octubre de 2008


La historia de la sevdah, desde sus lejanísimos orígenes hasta la actualidad. El vínculo y el lento proceso de evolución hacia ideas y sonoridades nuevas. Las canciones, los intérpretes, los instrumentos de esta música melancólica típicamente bosnia.

Transmitir emociones es un empeño bastante difícil de conseguir. Traducir y transportar las emociones tampoco es fácil, pero sí posible. Estamos inmersos en la globalización, la era de la world music. En Suecia la gente puede escuchar bossa nova, puede escuchar fado aun sintiéndose muy lejos de Portugal: la música traspasa fronteras.


Bosnia-Herzegovina también tiene una música propia, muy característica: se llama sevdah, y las canciones de este género se denominan sevdalinke. ¿Qué es la sevdah y de dónde procede?

La sevdah nació en la época otomana, y la sevdalinka es una canción que se canta sobre todo en las ciudades. Es muy lenta, melancólica y meliodosa. Se trata de una combinación de elementos orientales, europeos y sefardíes, y suena de una manera muy particular. El principal instrumento de la antigua sevdalinka es el saz (una especie de mandolina oriental); hoy, en cambio, están muy presentes tanto el violín como la armónica.

Hay varias interpretaciones y explicaciones de la palabra sevdah. Según algunos procedería de la palabra turca sevda (‘amor’). Otros atribuyen su etimología a la palabra persa soda, que significa ‘melancolía’, o bien al término árabe sawda, con el que se denomina a la bilis negra. Pero quienes conocen bien la sevdah sostienen que recuerda mucho al fado portugués, con el sentimiento que lleva implícito, la saudade. Es una especie de nostalgia, pero la palabra no tiene traducción. De hecho, hay quien dice que la sevdah es la saudade algo modificada en el transcurso de largos viajes...


En la sevdalinka, la letra es muy importante. La mayoría de los autores de sevdalinke son anónimos. Muchas sevdalinke son canciones de amor, pero al mismo tiempo representan el testimonio de una época. Hablan de costumbres, modos de vida... En la sevdalinka está escrita la historia del pueblo de Bosnia-Herzegovina.


Geográficamente, la sevdah está vinculada al territorio de Bosnia-Herzegovina, pero no se limita a éste, sino que se encuentra presente también en Serbia, Montenegro y Macedonia. Pertenece especialmente a los bosniacos*, pero muchos de los autores de canciones e intérpretes eran miembros de otros pueblos. Una de las sevdalinke más famosas, por ejemplo, “Emina”, fue escrita por un famoso poeta de Mostar, Aleka Šantić, que era de religión ortodoxa. Y entre los intérpretes más destacados de sevdalinke encontramos a otro serbio ortodoxo: Nadeljko Bilkić.


Nada Mamula en 1965. Nacida en Belgrado
el 9 de enero de 1927, murió en la misma
ciudad el 11 de octubre de 2001. Empezó
a cantar sevdilanke en Sarajevo en 1951.


Últimamente, la sevdah ha evolucionado. La vieja sevdalinka era muy tradicional, lenta y con arreglos “limpios”. Los intérpretes más famosos de esta modalidad de sevdalinka ya han fallecido: Zaim Imamović, Himzo Polovina, Safet Isović... Este último murió el año pasado [2007]. Entre las mujeres destacan Beba Selimović, Zehra Deović y Nada Mamula. Fueron grandes intérpretes, y en ese tipo de sevdalinka era precisamente la voz la que arrancaba emociones. Pero esta música llegaba solamente a quienes la conocían y la entendían bien. Es imprescindible conocer la lengua, lo mismo que en el caso de los cantautores franceses. Los puntos fuertes de esta modalidad musical son, precisamente, las palabras de las canciones y la interpretación de éstas.

La globalización y la world music, sin embargo, han hecho que todo cambie. Ahora se hacen arreglos más atrevidos, más alegres, más cautivadores para atraer la atención del público, y la sevdah no es una excepción, también está sufriendo una metamorfosis.


Los primeros que exportaron esta nueva sevdah fuera de los Balcanes fueron los componentes del grupo Mostar Sevdah Reunion. Todos ellos son originarios de Mostar, como el nombre de la formación indica. La idea fue de Dragi Šestić, que durante la guerra trabajó como redactor musical en la radio de Mostar y en 1994 consiguó huir de la ciudad y establecerse en Ámsterdam. Durante la guerra, aquella misma emisora de radio de Mostar tenía una pequeña orquesta con Ilijaz Delić como vocalista.


Después de la guerra, Dragi Šestić regresó varias veces a Mostar, y allí formó un pequeño grupo musical en el que se integró también Delić. Puesto que vivía en Ámsterdam, Šestić consiguió presentar el nuevo producto en Holanda, y poco después en Bélgica, Alemania y Francia. Curiosamente, en sus dos primeros años de actividad toda la actividad de la Mostar Sevdah Reunion se desarrolló en el extranjero. El primer CD que grabaron resultaba muy caro para la gente del país (costaba 32 marcos bosnios**), por lo que lo compraban sobre todo los extranjeros. Al final, tras esos años, la Mostar Sevdah consiguió hacer una gira de conciertos en su país.


De hecho, la Mostar Sevdah Reunion no es una banda: es, sobre todo, un proyecto personal de Šestić. Además del mencionado Delić, han actuado con la Mostar Sevdah Reunion otros cantantes populares, como el famoso Šaban Bajramović y la no menos célebre Ljiljana Petrović Butler, y también intérpretes de canciones rom [gitanas]. En 1999, cuando salió su primer CD, los intérpretes del “balkan blues” dieron la vuelta al mundo: Europa, América, Australia..., y consiguieron crear su propio sello: MSR.


Damir Imamović también ha obtenido un éxito similar. Con su Trío, es famoso en toda la región balcánica. Damir es nieto del famosísimo cantante Zaim Imamović. Su padre, Nedžad, también cantaba sevdalinke. La sevdah de Damir es la versión moderna del género: juega con distintos ritmos, desde el rock hasta el jazz pasando por la música india, de modo que los viejos arreglos han sido sustituidos por nuevas interpretaciones. Hay versiones de sevdah todavía más fuertes, agresivas, como las de los Kultur Shock, una banda nacida en los Estados Unidos cuyo frontman, Srdjan Jevdjević, conocido antes de la guerra en la antigua Yugoslavia como Gino Banana, se había centrado mucho en las músicas balcánicas. Ahora, sin embargo, las interpreta de manera más transgresora.

Aún puede encontrarse otro tipo de sevdah en la música de Adi Lukovac, muerto en 2006. Su sevdah es más bien electrónica. Y no falta una legión de cantantes de música ligera en Bosnia-Herzegovina y en Croacia, como es el caso de Josipa Lisac, que se han atrevido con la sevdah.

Los músicos contemporáneos han conseguido vestir la sevdah con otros ropajes, le han dado un ritmo mucho más alegre. Así es como la sevdah despierta ahora la atención de jóvenes de todo el mundo, movidos por la curiosidad de conocer músicas nuevas con un toque de exotismo. La sevdah lo es. Para muchos, Bosnia es un país lejano, y la sevdalinka les resulta a la vez fascinante, romántica, melancólica y exótica. Se han creado coros de sevdalinke en Suecia, Noruega y los Estados Unidos, compuestos por gente de aquellos países que ha conocido la sevdah a través de exiliados bosnios y se han enamorado de ella.


Lo que falta, como en todos los terrenos, es una buena estrategia de marketing. Existen los recursos: buenos músicos, intérpretes extraordinarios, música fascinante... El problema es cómo vender esa música. Es un proceso lento, pero poco a poco la sevdah va conquistando los rincones más remotos del Planeta.


* Bošnjaci (en singular, bošnjak) es la denominación oficializada de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina. Los demás habitantes del país son mayoritariamente bosniocroatas (católicos) o serbobosnios (ortodoxos)
[N. del T.].
** Unos 16 euros al cambio actual [N. del T.].


Audiciones en YouTube:


Zaim Imamović: Djevojka sokolu zulum učinila

Safet Isović: Ðul Zulejha

Mostar Sevdah Reunion: Gondže ružo

Mostar Sevdah Reunion y Ljiljana Buttler: Ciganine sviraj, sviraj

Damir Imamovi
ć Trio: Sjećaš li se kad si lani
Kultur Shock: Sarajevo

Adi Lukovac feat. Emina Zečaj "Il' je vedro, il' oblačno" by eccosphere


Artículo publicado en Osservatorio Balcani en octubre de 2008.
Traducción del italiano: Albert Lázaro-Tinaut.



Refik Ahmetović improvisando una sevdalinka
durante una fiesta bosnia en Nueva York.
(Foto © Jelena Kopanja)


El amor en tiempos de la sevdah

Entrevista a Adem Djuliman, cantante de sevdalinke
y animador de los lunes de la sevdah en el Kino Bosna
de Sarajevo


Por Andrea "Paco" Mariani y Federico Sicurella

–¿Qué es la sevdah y qué son las sevdalinke? ¿Cuál es la diferencia con respecto a otros tipos de música popular, por ejemplo la kafanska muzika?

–La sevdah es la música de las familias bosnias, cada familia bosnia tiene su propia sevdalinka. Cada sevdalinka es una historia de amor o una tragedia de alguno de los miembros de la familia. Todos la sienten como propia y la cantan en los patios, en las casas, en las fiestas de cumpleaños y cuando visitan a los amigos. La sevdah, pues, es una bella canción bosnia, íntima y discreta. Es algo autóctono que vive con nosotros y dentro de nosotros, aquí en Bosnia. Existe, además, un género musical moderno, una industria musical, que combina la sevdah con los sonidos actuales. Yo no puedo concebir este tipo de música, esas canciones se olvidan al cabo de un mes. La sevdalinka auténtica, en cambio, se canta desde hace trescientos años, es algo hermoso y está presente en todos los acontecimientos festivos.


–Hay pocos que dicen conocer las sevdalinke, pero luego todos acaban cantándolas…


–Las sevdalinke están hechas para ser cantadas. Se ocultan en algún rincón de nuestro subconsciente, y basta que alguien les dé un poco de aliento para que salgan y todos descubran que las conocen. Cada sevdalinka es una historia de amor de uno de nosotros, es la vida…, la infancia, cuando tienes dieciséis años y te enamoras por primera vez, y luego ese amor continúa, y se llega a la vejez… La sevdalinka recoge todo eso, o cada uno tiene una sevdalinka en su interior que narra una historia de amor que ha vivido.


–¿Es cierto que la sevdalinka es algo urbano, no del mundo rural?


–La sevdalinka es una canción urbana, pertenece a las ciudades y a los bosnios urbanos. Existe también una música rural, el kolo, que pertenece a los pueblos donde se baila, pero la sevdalinka es una canción de ciudad. Pertenece a los bosnios musulmanes, serbios, croatas, judíos, porque no se reconoce en una “nación” determinada. Si una sevdalinka narra mi historia de amor, no incluye mi nombre. No importa si me llamo Adem o Petar… Es una canción de amor, indiferente a las nacionalidades.


–¿Qué significa la palabra sevdah? ¿Cuáles son los instrumentos de la sevdalinka?


–Aquí, en Bosnia, la sevdah significa una rakija [aguardiente] que se bebe con placer, un buen plato (que llamamos meza), una muchacha a tu lado y una canción que te acompaña. La unión de estos cuatro elementos produce la sevdah. La sevdah no es sólo lo que cantas, es un auténtico ritual… No sé cómo llamáis eso en Italia… llevar a una chica a bailar, comer una pizza, beber un poco de vino, ponerse a cantar, hacerse mimos y besarse… Todo eso es la sevdah, que nació hace unos cuatrocientos años. Y, al igual que la sociedad, evoluciona, de modo que los instrumentos cambian. Al principio se tocaba el saz, un instrumento de cuerda característico de Bosnia. Luego la armónica se convirtió en la base de la sevdalinka, que se acompaña también con el tambor, la guitarra, el bas, el basprim, y a veces el violín.

–¿Cuáles son sus intérpretes favoritos y qué opinión tiene de artistas que, como Damir Imamović, interpretan la sevdah en clave moderna?

Damir Imamović.

–El abuelo de Damir, Zaim, fue un excelente intérprete de sevdalinke. Recuerdo, además, al imprescindible Safet Isović, a Nada Mamula, Zora Dubljević e Beba Selimović, intérpretes que han dado a conocer la sevdalinka al resto del mundo. Damir Imamović es un chico extraordinario que ha revitalizado muy bien la sevdah, introduciendo en ella algo de jazz y un poco de interpretación. Esto me parece bien, porque la sevdalinka no debe mantenerse idéntica a sí misma durante trescientos años. Es evidente que hay que conservarla, pero también se ha de actualizar, hay que aproximarla a las nuevas generaciones y a las distintas civilizaciones. Damir, pues, ha lanzado una buena moda, y yo lo respeto porque supone una bocanada de aire fresco. No me opongo a que algunas canciones se modifiquen un poco para adaptarlas a los nuevos tiempos, a las modas, a la juventud. Si hay buenos músicos capaces de hacerlo, ¿por qué no? Pero al mismo tiempo se debe conservar la sevdah tradicional. Es como una institución y ha de continuar siendo la base de nuestra cultura musical.

–¿Qué opinión tiene del público (jóvenes, extranjeros) que vienen a escucharles aquí, al Kino Bosna / Prvi Maj?

–La edad no tiene importancia, porque lo que sientes está en ti, y has de estar predispuesto a aceptar todo esto. Nosotros, aquí en el Kino, hemos dado vida a estos “lunes” de la sevdalinka, y la experiencia ya ha durado diez años. Hemos visto que los jóvenes no han tardado en apropiársela, y ahora son ellos los que vienen a cantar. Y vosotros, los extranjeros, estáis con ellos y con nosotros. Hemos promovido algo que es urbano, sarajevano, y lo habéis aceptado. Pero no lo habéis aceptado porque os lo he impuesto, sino probablemente porque habéis sentido que esto es Sarajevo, es Bosnia, es calidad musical y textual, y que, además, es una ocasión para divertirnos juntos, beber, charlar, cantar y bailar… sin límites.


–¿Cómo se acercan los jóvenes a la sevdah? Y usted, ¿cómo se inició?


–Soy hijo de esta ciudad y no había nada que me ligara a la música. No soy músico, pero he sido amante de la montaña, he ido siempre a la montaña con mis amigos para relajarme un poco. Y cuando mis amigos, que hacían música, se dieron cuenta de que tengo buena capacidad vocal, que canto bien… Así es como empecé. Hubo un tiempo, antes de la guerra, en que venía hasta aquí gente de Eslovenia, de Croacia, de Belgrado y de Skopje, y nos encontraba en la Treskavica, en la Bjelašnica*, y se organizaban fiestas maravillosas donde todo el mundo cantaba. Yo no he aprendido la sevdah en la academia, sale simplemente de mí según mi estado de ánimo, cuando me siento feliz en compañía de mis amigos… Y en honor al placer de sentimos, en honor a mis amigos, sale sola, empieza. Es lo mismo que me ocurre aquí, en el Kino.

–¿Qué encuentra el público en su música?

–Sin duda, sosiego y paz. En esto consiste el espíritu de la sevdah. Puedes proponerme cualquier música americana o inglesa, hard-rock, heavy metal…, pero no es lo mío. Los jóvenes que acuden aquí pertenecen a este lugar, y cada lunes vienen a cargar las pilas, espontáneamente, sin que nadie se lo imponga. Y se sienten sarajlije, sarajevanos. Ser sarajevano es un concepto amplio, algo que debe aprenderse, porque el culto de vivir en Sarajevo supone un compromiso. Aquí nadie te impone nada, puedes cantar, estarte callado, boicotear o participar, puedes contribuir y tocar algún instrumento: “aquí tienes una guitarra, échanos una mano”. Aquí deseamos que todo el mundo participe en una velada de sevdah, y aquí todo el mundo se siente como en casa. Es bonito, espontáneo y no supone compromiso alguno. Que quieres cantar, ¡pues canta! Que no quieres, ¡pues no cantes! Aunque estés callado, participas.


* La Treskavica es una montaña situada a las afueras de Sarajevo, yendo hacia el sur. La Bjelašnica es otra montaña, al sudoeste de la ciudad, muy popular entre los sarajevanos para practicar el esquí; en ella se celebraron, precisamente, muchas de las pruebas de los Juegos Olímpicos de invierno de 1984. [N. del T.]

Audiciones en YouTube:


Nada Mamula: Omer momče na kuli sjeđaše
Zora Dubljević: Šećer Mujo

Beba Selimović: U srcu mome samo živiš ti

Damir Imamović: Teško meni u Sarajevo samoj


Entrevista publicada en Osservatorio Balcani e Caucaso el 10 de marzo de 2009.
Traducción del italiano: Albert Lázaro-Tinaut.


16 comentarios:

  1. Amigo la música llega al corazón ,y quien canta su mal espanta ,eso dicen y es cierto que la música eleva al espíritu y nos transforma.

    Buen post muy interesante como todos los post que entro a leer tuyos son magníficos. Un abrazo de MA .

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  2. Interesting and informative post. Saludos

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  3. Es curioso, en cuanto he visto el nombre de este tipo de música, sevdah, se me ha venido a la cabeza palabras como saudade, soleá, soledad...
    Como bien sabes no entiendo de casi nada, pero al leer estos textos, concluyo que el ser humano es bastante igual en todas partes, aunque las diferencias concretas de sus manifestaciones están ahí y conviene conocerlas pues nos enriquecen, pero uno diría que hay un cauce común que todos compartimos: la bellas melodías tranguilas, historias de amor, melancolía, soledad...
    Fados, tangos, boleros, sevdah, rancheras, serenatas... Y supongo que muchas y muchas más manifestaciones musicales de realidades similares que son realmente, las que importan a los seres humanos.

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  4. Una vez más agradezco tu comentario, MA. Me gusta este tipo de música, no sólo por su sonido, sino por lo que representa. Me alegra saber que a ti también te ha gustado.
    Abrazos.

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  5. Phivos, your comments are always welcom! Thanks and regards.

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  6. Amando: sin duda todos los pueblos, especialmente los meridionales, manifiestan de algún modo los sentimientos más íntimos a través de la música. A mí me ha interesado mucho esa semejanza entre la sevdah, con lo que representa, y el fado. No sé si las conclusiones que saco en la introducción son acertadas, pero intuyo que algo hay de eso. Que luego esas melodías se popularicen medidiante arreglos modernos no me parece mal, ya que eso ayuda, con más o menos acierto, al intercambio cultural.
    Gracias también a ti por tu interesante comentario.

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  7. Cesc: intueixo que aquest no és, precisament, el tipus de música que t'interessa més; per a mi representa una manifestació cultural magnífica d'un poble i dels seus sentiments, que ajuda a entendre i conèixer més bé aquell poble.
    Gràcies per haver vingut a fer-me una visita, y una abraçada ben forta.

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  8. Cuanta belleza en estas canciones que recuerdan a los fados de estas tierras. melancolía y suspiros por tiempos y amores perdidos. Bellísima entrada Albert. te he agregado a mi blog para que mis lectores puedan disfrutar de tus entradas. Un saludo

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  9. Muchas gracias, Concha. Sospechaba que si leías esta entrada y escuchabas las canciones te identificarías con ellas, precisamente por su semejanza (salvando distancias) con el fado, del cual soy también un enamorado.
    Te agradezco mucho, además, que hayas tenido la gentileza de enlazarme a tu blog.
    Un saludo cordial (y no falto de envidia por lo que estás disfrutando...).

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  10. Bonjour depuis La Corse.
    Albert, je viens de trouver votre aimable commentaire et je vous en remercie. J'ai créé mon blog dans l'idée de faire partager mes coups de coeur littéraires et aussi des poésies, parfois j'y raconte aussi des voyages. Je ne me souviens plus, mais j'ai pu y parler de Barcelone, ville où je me suis rendue deux fois et que j'apprécie énormément. J'espère bien d'ailleurs pouvoir y retourner, il me reste encore beaucoup de merveilles à y découvrir.
    Je suis désolée de vous répondre ainsi en français, mais je ne pratique pas votre belle langue.
    Encore merci, Albert. Je vous souhaite une excellente journée.
    Odile,Araucaria

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  11. Bonjour Odile !
    Je vous remercie bien de votre commentaire. Cela n'a pas d'importante qu'il soit écrit en français, les personnes qui visitent ce blog me laissent des commentaires en plusieurs langues (français, anglais, italien, portugais... même en polonais et suédois !). Le côté positif de la globalisation et la grandeur d'internet c'est ça aussi !
    J'espère bien que vous pourrez révenir à Barcelone, une ville toujours agréable même pour nous les Barcelonais. Moi, qui me considère un bon voyageur, j'ai honte de dire que je ne connais pas encore la Corse.
    Salutations amicales.

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  12. La bilis negra no carece de rítmo, al contrario es uno de los cuatro principales, como el Tari Most, un puente dentro de un puente. Y dota al cuerpo futuro de visado hacia un extranjero pasado.

    Tu pasión es nuestra recompensa, tu vocación nuestra voz. Gracias por tenderte entre los puertos, hasta alcanzarnos.

    Besos.

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  13. Gracias, Eli, por tus palabras elogiosas y por haber penetrado tan profundamente en la esencia de la música que presento.
    Besos también para ti.

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  14. Hola!
    Fa anys que busco una canço que sentia fa 10 anys, abans de perdre la cinta. Crec que es dels balcans, recordo l'estribillo:
    hai muhba di son lamuth, ba clavi cui de igi drenge.
    Es clar, no s'escriu així, pero sona tal qual, era una veu de dona i tant sols sona de fons un instrument de vent, greu i constant.
    A veure si hem pot ajudar, si més no a escriure bé l'estribillo.

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  15. Me ha encantado esta entrada, la crónica, la entrevista y la música. Gracias por darlo a conocer.
    Un abrazo.

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