Per Adriane (1993), escultura de bronce de Mitoraj
instalada frente al Teatro Guimerà de Santa Cruz de Tenerife.
Autor de una
obra, sobre todo escultórica, muy representativa, Igor Mitoraj ha muerto en
París a la edad de setenta años. IMPEDIMENTA
desea rendirle homenaje con el artículo que se reproduce a continuación,
escrito por la periodista y crítica de arte italiana residente en Barcelona
Roberta Bosco, en el cual se esboza su trayectoria artística.
Sobre sus
esculturas, Carlos d’Ors escribió: “Mitoraj no es propiamente un
clasicista, sino un conceptista de concepción clásica; no es propiamente un
realista, sino un simbolista. La idea del fragmento escultórico, como parte
integrante de la obra, la expresa el artista en la superficie de sus obras, en
la que reproduce los estragos del tiempo por medio de la singular variedad de
pátinas. En la obra de Mitoraj está la sutil ironía: en las pátinas fingidas,
en el fragmento, entendido como ruina, y en las vendas que niegan la
comunicación. Los grandes artistas –y este lo es– se erigen como portavoces del
tiempo que da sentido a nuestra existencia y, al mismo tiempo, nos consume y destruye
en una angustia infinita” (Nueva Revista
de Política, Cultura y Arte, núm. 116, abril de 2008).
Albert Lázaro-Tinaut
Exposición de su obra en la galería ContiniArtUk de Londres (2014).
Igor Mitoraj, el escultor de los héroes caídos
Por Roberta Bosco
El escultor de
origen polaco Igor Mitoraj (Oederan, Alemania, 26 de marzo de 1944) falleció el
pasado 6 de octubre en el hospital Saint-Louis de París, donde estaba siendo
tratado de una grave enfermedad.
Mitoraj trabajando en su taller de Pietrasanta (Lucca, Italia).
Siguiendo sus
deseos, tras ser incinerado en la capital francesa sus cenizas se depositarán
en aquella población italiana, célebre por la gran cantidad de escultores que
allí trabajan (entre ellos el colombiano Fernando Botero), atraídos por las cercanas canteras de mármol de Carrara y los numerosos talleres artesanos. Para Pietrasanta,
donde se conservan muchas de sus obras, incluidos dos frescos en el
Ayuntamiento, atípicos en su trayectoria, Mitoraj estaba preparando una gran
exposición, que se inaugurará en marzo de 2015, como estaba previsto.
Desde su primera
exposición individual como escultor en la galería La Hune de París en 1976,
Mitoraj no dejó de producir y exponer, alcanzando un lugar destacado en el
mercado y una enorme popularidad.
Igor Mitoraj.
(Foto © Pempel/Reporter Poland)
En España le representaba la galería barcelonesa
Joan Gaspar, que en 2008 organizó, junto con la Fundación 'La Caixa', una
exposición itinerante de una cuarentena de piezas de gran formato que recorrió
nueve ciudades. “Le conocí en 1989 –ha dicho de él Joan Gaspar–, y desde entonces
le expuse regularmente. Era un artista generoso, capaz de reflejar las andanzas
del hombre a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Nació en la Alemania
ocupada por los rusos, creció en Polonia y, tras una larga temporada en
Colombia y México, se quedó entre Francia e Italia. Conocía y entendía muy bien
nuestra cultura y sus obras se conservan en muchas colecciones españolas”.
Pese a que la crítica no siempre estuvo de su lado, el gran público admiraba su obra. Quizá fuera porque sus héroes caídos, a menudo representados solo por miembros mutilados o enormes rostros de ojos vendados o cuencas vacías, conseguían transmitir el malestar del hombre contemporáneo, su precariedad y fragilidad.
Una de las obras expuestas en parque
arqueológico de Agrigento en 2011.
(Foto © Luigi Nifosi)
Entre los
centenares de exposiciones que realizó, aún se recuerdan las de los jardines de
las Tullerías en París, los Mercados de Trajano en Roma y un proyecto en el
parque arqueológico del Valle de los Templos de Agrigento, Sicilia (2011),
donde instaló 17 esculturas de bronce al lado de los restos arqueológicos de la
antigua Grecia. Sus personajes mitológicos, herederos del arte clásico, están
diseminados por medio mundo, desde el parisino barrio de La Défense hasta la
basílica de Santa Maria degli Angeli, en Roma, de cuyas puertas de bronce es
autor. También esculpió una Anunciación
para los Museos Vaticanos.
Cuando murió
estaban expuestos algunos de sus trabajos en la Piazza dei Miracoli de Pisa, a los
pies de la famosa torre inclinada, y otro centenar de obras suyas se presentaba
en las salas de la Opera della Primaziale Pisana, donde además de esculturas
monumentales, bronces, yesos y hierros fundidos, se exhiben numerosos dibujos y
pinturas que revelan un Igor Mitoraj inédito y prácticamente desconocido.
Detalle de la exposición actual de obras de Mitoraj junto a la Torre de Pisa.
(Fuente: Corriere Fiorentino)
Este artículo, que se presenta aquí
ligeramente adaptado, se publicó en el diario El País, de Madrid, el 13 de octubre de 2014.