miércoles, 14 de julio de 2010

Presentación de la antología “Elegía estonia y otros poemas”, de Jüri Talvet

Jüri Talvet en Pärnu, su ciudad natal.
(Foto: Albert Lázaro-Tinaut)

El 3 de octubre de 2003 se presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid la antología de Jüri Talvet (Pärnu, 1945) Elegía estonia y otros poemas, acto promovido por la Embajada de Estonia en España. La presentación corrió a cargo de Ángel García Galiano, con intervenciones del autor, Jüri Talvet, y del cotraductor de los poemas, Albert Lázaro-Tinaut.


Palabras leídas por Albert Lázaro-Tinaut

Octavio Paz, en la nota preliminar a la primera edición de Versiones y diversiones, donde recoge gran parte de sus traducciones poéticas, afirma que las hizo por “pasión y casualidad”; pero que también fue un “trabajo de carpintería, albañilería, relojería, jardinería, electricidad, plomería... en una palabra: industria verbal”. Y añade que “la traducción poética exige el empleo de recursos análogos a los de la creación, sólo que en dirección distinta”.


Mi experiencia como traductor de poesía encuentra eco en esas afirmaciones del maestro mexicano, que no sólo se atrevió a verter poemas de autores cuyas lenguas conocía (el inglés, el francés, el portugués...), sino que tradujo magistralmente a poetas suecos, indios, chinos, japoneses..., e incluso, en el ámbito en el que nos movemos esta tarde, al poeta estonio Ivar Ivask, de quien fue amigo y a quien Jüri –también gran amigo de Ivask– dedica el último de los poemas recogidos en la antología que presentamos: la “Vigesimoprimera elegía báltica”.


Traducir poesía representa un reto importante, no tanto por la dificultad que pueda suponer la versión a otra lengua de unas composiciones con características particulares (ritmo, rima, complejos juegos con el lenguaje...), sino porque, en palabras de Mario Benedetti, “la poesía es el género en el que un escritor interviene más con su propia vida; los otros géneros son de ficción, la poesía no”. ¿Cómo trasladar a una lengua distinta las experiencias vitales más íntimas, más recónditas, es decir, el espíritu del poeta que se oculta tras una palabra concreta, a veces intraducible en su sentido más preciso, o tras una expresión conjugada con palabras que a menudo sólo tienen significación en la lengua en que fueron ordenadas? He aquí el reto, y he aquí por qué la traducción poética no puede ser otra cosa que una aproximación al poema original, pero jamás un calco de aquello que creó el poeta.


Lamentablemente para mí, mis conocimientos de la lengua estonia son todavía muy superficiales, por lo que, en este caso, mi osadía es grande. Sin embargo, al igual que Octavio Paz y otros muchos importantes traductores de poesía –a la sombra de los cuales me considero un mero aprendiz–, el hecho de apoyarme en versiones literales o interlineares, o incluso más elaboradas, como las de Jüri, ha supuesto una experiencia si cabe más interesante y me ha proporcionado la capacidad de captar la esencia del poema para luego, distanciándome prudentemente de él, reelaborarlo hurgando en el universo de las palabras y buscando las expresiones que me han parecido más adecuadas para darle forma en castellano; ello, naturalmente, a sabiendas de que el producto de mi cosecha sería escrupulosamente catado por el autor y corregido con minuciosidad hasta darlo por bueno de común acuerdo y en perfecta sintonía. Serán en última instancia los lectores, sin embargo, quienes juzguen el resultado.


A este ya de por sí delicado atrevimiento, ha de añadirse la dificultad que supone una lengua de partida cuya estructura nada tiene que ver con la de la lengua a la que se traduce. El estonio, como lengua finoúgria y, por tanto, no perteneciente a la familia de la lenguas indoeuropeas, es extraordinariamente complejo. No voy a detenerme, pues no es éste el momento, en explicar in extenso las características del idioma estonio, pero baste comentar, por ejemplo, que carece de género y de artículos, que es muy importante en él (¡e imagínense en su poesía!) la duración silábica (cada una de las vocales tiene por lo menos tres duraciones distintas), y que las palabras (sustantivos, adjetivos, pronombres y numerales) se flexionan nada menos que en catorce casos...

Creo que fue Pablo Neruda quien, durante su primer viaje a Hungría, comentó que la lengua de los magiares (finoúgria, como el estonio y el finés) no podía más que ser obra del diablo. Me atrevería a afirmar que esta aseveración del poeta chileno podría aplicarse perfectamente a la lengua de los estonios... Pero con una importante salvedad, y es que Vanapagan, el diablo que aparece en la tradición popular estonia, nada tiene que ver con el terrible y maléfico Satán de la mitología cristiana, al que se refería Neruda, sino que es más bien lo que aquí diríamos “un pobre diablo”, el hazmerreír de los cuentos populares, que cuando se propone hacer el mal lo que hace es el más espantoso de los ridículos. En el fondo, un personaje entrañable que no infunde temor alguno y que fracasa en sus intentos de humillar a los seres humanos. Todo le sale mal, al pobre Vanapagan (literalmente, ‘el viejo pagano’), pero si a él quisiéramos atribuir la creación de la lengua estonia, podríamos afirmar que si sus propósitos eran malintencionados, volvió a fracasar, porque le infundió una sonoridad, una dulzura y una musicalidad extraordinarias. De eso habrán podido ustedes darse cuenta cuando Jüri ha leído aquellos poemas en su propia lengua, y lo podrán comprobar de nuevo dentro de un momento. Y eso es lo que, lamentablemente, no ha sido posible trasladar a las versiones al castellano, una lengua mucho más recia, aunque eso sí, suficientemente fértil y rica para conseguir muchos matices que, en ocasiones, han hecho posible que nos aproximáramos más de lo esperado a la esencia de los originales.


He de decir que mi relación con Jüri Talvet supera la de una simple amistad consolidada con el tiempo. Hace más de treinta años que nos conocemos, hemos mantenido durante esas tres largas décadas una correspondencia asidua hasta que al fin, en 1985, él pudo venir por primera vez a España y nos conocimos personalmente. Es la nuestra una amistad fraternal, que nos mantiene unidos casi a diario a través del correo electrónico. Y quiero decir también que gracias a él, a su paciencia, a su voluntad, a su generosidad, a los numerosos libros que me fue enviando a lo largo de los años, fui conociendo la cultura estonia e identificándome plenamente con ella. De él, pues, es mérito el que hoy nos encontremos aquí reunidos celebrando la publicación de unos cuantos poemas suyos traducidos conjuntamente, “a cuatro manos”, al castellano, y de que yo mismo me haya convertido en intermediador entre aquella cultura y las culturas castellana y catalana.


Esta estrecha relación ha fructificado en diversos proyectos comunes, algunos ya realizados, como es el caso de la traducción de unos poemas de Jaan Kaplinski, seguramente el más destacado de los poetas estonios contemporáneos, publicada por la Casa del Traductor de Tarazona en 1998, o la de dos novelas del joven y prometedor escritor Tõnu Õnnepalu, una ya publicada, Estado fronterizo, y otra todavía inédita, El precio.


[…]


Quiero aprovechar esta ocasión para expresar mi reconocimiento más sincero a las instituciones estonias que, por dos veces, me concedieron ayudas económicas con las cuales pude permitirme sendas estancias en Estonia para trabajar en la traducción de Kaplinski, la primera, y de esta antología de Jüri Talvet, hace dos años, mediante una beca “Traducta” de Kultuurkapital. Estos viajes, y otros que he realizado por tierras bálticas, me han permitido conocerlas de cerca, estar en contacto directo con las realidades de aquellos países, que poco o nada tienen que ver con los estereotipos difundidos a veces entre nosotros: vale la pena acercarse hasta allí para comprobar que, pese a las condiciones de sumisión y represión en que tuvieron que vivir estonios, letones y lituanos durante cuarenta y cinco años, supieron guardar y mantener vivas sus tradiciones, sus lenguas, su literatura, su música, su arte, sus formas de vida; y que su próxima integración a la Unión Europea no hará más que reintegrarlos al ámbito cultural y geopolítico de la Europa occidental, al que pertenecen y han pertenecido siempre de pleno derecho. Felicitémonos, pues, por el enriquecimiento que supondrá para todos nosotros lo que ellos podrán aportarnos, que sin duda, para muchos, será una agradable sorpresa.


Y no quiero terminar sin agradecer al embajador de Estonia, señor Tomasberg, a Marin Mõttus por sus desvelos, al amigo Ángel [García Galiano] y a todos quienes han hecho posible este acto, la voluntad que han puesto para que pudiera realizarse.


Muchas gracias por su atención y por su paciencia. A continuación, Jüri leerá en estonio uno de los poemas incluidos en esta antología, y luego lo leeré yo en versión castellana, juntamente con otras composiciones contenidas en el libro que presentamos.



Jüri Talvet
Elegía estonia y otros poemas /
Eesti eleegia ja teisi luuletusi

Versión en lengua española del autor
y de Albert Lázaro-Tinaut

Valencia, Llambert Palmart, 2002

Colección “Poesía”, núm. 7

108 páginas

ISBN: 84-932752-2-0






Cinco poemas de la antología


Suponiendo que el polvo no sea más que el polvo del más allá

El cielo es de un azul inusitado

en esta primavera estonia.
(¿Nostalgia del futuro? ¿Buen augurio?)
Las palabras liberan el horizonte
y he aquí que todos somos
muchísimo mejores. Es como si los ataúdes

que flotan sin cesar en el aire de tu ensueño
ya no sirvieran para el mal.

Tampoco para el bien. El polvo

–cualquier polvo– sin embargo
contiene más tristeza

que un cuerpo vivo. Así,

en esta primavera que muestra en Estonia

un cielo tan insólitamente azul,

cualquier desequilibrio en todo aquello
que promete y augura, es un reflejo
del más allá, de lo real y verdadero.


Kujutlus, et tolm võiks olla ainult sealne

Taevas püsib sinine sel / Eesti kevadel (tuleviku- / hõllandus? -enne?). Sõnad / vabastavad silmapiiri ja / korraga oleme kõik nagu / paremad kui muidu. See / on midagi niisugust: puu- / särkidest, mis vaibumatult / hõljuvad sinu kujutluse / tuules, pole kurjuseks / enam asja. Ka headuseks ei, / aga põrm - mis tahes tolm - / sisaldab nukrust ikkagi rohkem / kui elus keha. Seega tavatu / tasakaalutus siinses, elavas, / mis endeliselt, tõotavalt / jäljendab teist, tõelist / sel eriti sinise taevaga / kevadel Eestis.




Primavera y polvo


Así permanecerá ante nosotros
y tras nosotros el día de nuestra muerte,
como una roca tenaz y pura al acecho del amor.

Hoy todos se mueven

en medio de una leve bruma primaveral,

después de haber sido azotados por gélidos vientos
y sin buscar respuestas sonríen
porque las sonrisas
surgen espontáneas de su interior

El tiempo se detiene unos instantes

y se posa como una niebla ligera

en los hombros de los transeúntes

y nadie quiere dar un paso más

Cerca de allí el trabajo espera

hay que fabricar telas, coser vestidos
para cubrir lo tenebroso

y lo salvaje y poderlo olvidar
y así cada olvido quedará perpetuado

con un surco en la frente

Al fin todo está cubierto

El polvo nos arrasa la frente

Durante siglos se ha estado preparando

este momento
Los huesos y la nieve ya se han olvidado
Todo está a punto

¿Quién nos regalará ahora
el amor?


Kevad ja puuder
Ja püsib ta, see suremise päev, / me ees ja taga nagu tõrges kivi, / kuid puhas, armastuse ootel.
Pehmes kevadudus liiguvad / täna inimesed / pärast painavalt külmi tuuli / vastust vajamata / naeratavad / sest naeratus ilmub / nende sisemusest // Aeg korraks peatub kerge uduna / kaijate õlgadel / ja keegi ei tahaks enam / kuhugi minna // Samm edasi ootab töö: / valmima peavad lõimed, kangad, rüüd / millega kaetakse kõik pime, / metsik, püütakse unustada see / ja iga unustus lõikab / laubasse vao // Juba kõik on kaetud / Puuder tasandab lauba / Sajandid on ette / valmistanud seda hetke / Unustatud on luud ja lumi / Kõik on valmis / Kes nüüd armastuse / kingiks meile?




Lo blasfemo


La libertad es un leviatán

que nunca podrás capturar.

La libertad es un leviatán
que los candados del poder

jamás podrán encerrar.
Fue izada en la torre del Estado,

se airea en la torre del Estado

la cola de la libertad.



Blasfeemiline

Vabadus on hiigelloom, / keda sina eal ei taba. / Vabadus on hiigelloom, / keda kinni eal ei pea / võimu enda taba. / Riigitorni heisati, / riigitornis lipneb / vabaduse saba.




Coloquios confidenciales

(hablan el Humanismo y la Ilustración)


–Los globos luminosos de tus senos podrían ser
dos soles, dos causas,
pero al caer la noche se marchitan y se rehúyen
irremediablemente.
(Es lo poquito que ha quedado de la Ilustración.)

–¿No estás harto de tanto ironizar?

Observa con qué dignidad se recogen
Eco, Derrida y Kristeva
ante la tumba de Nietzsche, de Barthes y de Foucault.


–Pues bien:
los globos de tus senos siguen siendo luminosos

aunque la noche cierre mis ojos
para siempre.
Siguen siendo luminosos,
cuando tú cierras los tuyos,
si así lo ha decidido

el farolero taciturno de la noche.



Usalduslikke kõnelusi (vestlevad Humanism ja Valgustus)

– Su rindade helendavad kerad võisid olla / kaks päikest, kaks põhjust, / kuid öö tulekul nad paratamatult närtsisid, / pagesid. / (Niipaljukest järele jäigi valgustusest) // – Kas sa ei tüdine ironiseerimast? / Parem vaata, kui väärikalt palvetavad / Nietzsche, Barthes'i, Foucault' kalmul / Eco, Derrida, Kristeva. // – Hea küll: / su rindade kerad helendavad edasi / ka siis, kui öö minu silmad / lõplikult suleb. / Helendavad, / kui sina oma silmad suled - / kui nõnda soovib ainult / öine tuleläitja.



¿Sabes atisbar a través de las cortinas?

A mediodía, tras espesos cortinajes nocturnos,

la ciudad vela sus sueños.

La playa es un mercado de carne desnuda audazmente

ostentosa, espuma en una patena de olas que esparce
en los labios el acerbo sabor

de una casa húmeda y marchita.


Ningún sol que requeme la piel
podrá explicar el fuego negro,
el relámpago verde

que la ciudad guarda en la celosía

de sus pestañas,
ni la muerte, ante cuya furtiva llegada

la ciudad se sacude el sueño de la siesta

y con mano avezada

corre las cortinas.


Kas mõistad piiluda läbi kardinate?

Paksude öökardinate taga / linn keskpäeval oma unenägusid hoiab. / Rand on uljalt välkuva palja ihu turg - / lainekandikul vaht, mis pihuneb huulil / mõrkjaks maiguks / märjast lagunevast majast. // Ükski päike, mis põletab nahka, / ei suuda seletada musta tuld, / rohelist välku, / mida oma ripsmevõrede varjus / hoiab linn, / surma, mille ette linn / keskpäevauinakuks / asjaliku käega / kardinaid tõmbab.



Poemas traducidos por Jüri Talvet y Albert Lázaro-Tinaut.

11 comentarios:

  1. Magnífico trabajo, el del autor y el del contraautor (me ha encantado este concepto).

    Un fuerte abrazo, pronto en persona.

    Marian

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  2. Muy buena entrada. Ayuda a abrir espacios y sobre todo a entender y acercar culturas tan cercanas y a la vez tan desconocidas. Los dos últimos poemas son los que más me han llegado. Un abrazo a ti y a Marian, que veo que se me ha adelantado.

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  3. Marian, gracias por el comentario. ¡Claro que te ha encantado el concepto de "contraautor"! Como que no es: ponte las gafas de ver y leerás "cotraductor". ¡Ay, las malas jugadas que nos hace la vista! (En fin, ya sabes que bromeo y que me gusta ironizar sobre estas cosas que, por otra parte, son divertidas: pero me apunto lo de "contraautor" por si algún día puede serme útil.)
    Un abrazo muy fuerte y, efectivamente, pronto en persona.

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  4. A ti también te agradezco mucho el comentario, José Antonio. Mi intención es, precisamente, la de presentar las culturas periféricas que a veces, en efecto, nos resultan próximas geográficamente pero infinitamente lejanas si no se hace el esfuerzo de ponerlas al alcance de los receptores. En eso estoy.
    Un abrazo cordial, al que seguro que se une Marian.

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  5. Muy atingente y enriquecedor el texto de presentación de Albert Lázaro-Tinaut, en el sentido de los alcances ilimitados de la palabra poética y de las dificultades al momento de su traducción a otro idioma… que en el mejor de los casos será una buena aproximación esta poesía traducida… Pero cómo, sino de este modo llegar al conocimiento de una expresión poética en una lengua que no entendemos… lo que es siempre un inmenso aporte, como en este caso. Felicitaciones por el trabajo de traducción… Porque es bello lo que así he leído en castellano, de este poeta de Estonia, Jüri Talvet, nuevo para mí.

    Patricio Bruna P.(desde Valparaíso,Chile)

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  6. Patricio: mi reconocimiento sincero por las palabras que me dedicas, y que coinciden con mi opinión. Sobre la traducción poética se ha escrito mucho, y son muchas también las teorías. De hecho, la traducción de un poema que recoja el espíritu del original, aun empleando palabras (y veces imágenes) distintas, es un poema nuevo, como muchos afirman. Para mí, la ventaja de trabajar con especialistas e intelectuales de los países de origen de los poetas, o próximos a ellos, o incluso con los propios poetas, como es el caso de mi gran amigo Jüri Talvet (sobre cuya poesía publicaré hoy otro texto) supone un gran alivio, pues me evita, en lo posible, traicionar la poesía.
    Me satisface mucho que te guste el trabajo que presento en IMPEDIMENTA, en el que voy a perseverar en el futuro para presentar cosas nuevas, especialmente aquello que se cuece en las periferias de nuestras culturas principales.
    Un saludo cordial desde Barcelona.

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  7. Felicitaciones amigo ,por esta entrada de post ,un trabajo magnifico, hay que fomentar la poesía, la nuestra y la de otros países y enriquecernos de los versos de otras culturas.

    Un placer visitar tu blog y leer tus entradas nuevas.

    Te invito a visitar mi blog , el blog de MA, tu blog amigo.

    Un abrazo de MA.

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  8. A pesar de la dificultad que tiene traducir poesía, que como dice Benedetti "¿Cómo trasladar a una lengua distinta ...... el espíritu del poeta que se oculta tras una palabra concreta,....?", es gracias a vosotros por lo que podemos acceder a su "alma".

    Me ha encantado "desayunar· con este poeta, y aunque no entienda mucho, creo que los poemas mantienen un ritmo, una melodia, por lo que imagino que están bien traducidos.

    Sigue regalándonos tu "hacer".
    Un abrazo

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  9. Conocerte y conocerme son ejercicios de traducción que enriquecen mi construcción, aún en ciernes. Te agradezco tu tiempo, talento y energías al devolvernos un mejor mundo, con las prótesis que creas a la medida de nuestra impedimenta. Tu sencillez, sello inconfundible de grandeza, nos llena de orgullo. Gracias por ser.

    Un fuerte abrazo.

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  10. Gracias infinitas a ti, Eli, por las bellas palabras que me dedicas. El éxito inesperado obtenido por este blog en sus jóvenes dos meses de vida me ha animado a convertirlo próximamente en un blog-revista abierto dedicado a acoger las culturas periféricas, aquellas que no se expresan en las lenguas centrales (inglés, castellano, francés, alemán e italiano), para darles voz y aproximarlas a mis lectores hispanos. Espero que lo continúes apreciando como hasta ahora.
    Un abrazo cordial.

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  11. MA, Mercedes: Perdonad que os haya descuidado y que no me haya percatado hasta ahora de vuestros comentarios, que agradezco muchísimo. Como digo en mis respuesta a Eli, vuestra fidelidad me ha animado a abrir esta espacio a otras colaboraciones interesantes relacionadas con las culturas a las que los lectores hispanos tenemos difícil acceso.
    A ambas, muchas gracias una vez más por seguirme con tanta atención, y ojalá que lo que vayamos publicando aquí no os decepcione.
    Abrazos cordiales.

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